El desarrollo de la creatividad a través de la música

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Sin duda alguna, este año 2020 pasará a la historia de la humanidad. Nuestra realidad cambió drásticamente de un momento a otro sin previo aviso y sin darnos la oportunidad de prepararnos para una pandemia mundial. Uno de los cambios más drásticos se ha visto reflejado en nuestra rutina. La gran mayoría de personas, tenemos que permanecer en casa más tiempo del que estábamos acostumbrados y eso se traduce a tener que compartir con nuestros familiares y con nosotros/as mismos/as, siendo tal vez este último uno de los más retadores.

A pesar de que todos/as somos parte de una misma historia, cada persona experimenta una realidad completamente diferente, bien sea por encontrarse solo o acompañado, por tener trabajo o no, por haber sufrido una pérdida de algún ser amado en estas circunstancias, por existir alguna condición médica o de embarazo durante esta pandemia. En fin, cada uno de los diferentes escenarios ponen en riesgo nuestra salud psicológica y emocional si no tenemos herramientas para para surfear esta ola.

Actualmente, hemos tenido que apostar a nuestra capacidad creativa para adaptarnos a esta nueva realidad que vivimos; sin embargo, como adultos, muchas veces tenemos la falsa creencia de que la creatividad es un asunto de niños y niñas, y al crecer, nos olvidamos de mantener nuestra habilidad de inventar o crear. La buena noticia es que tenemos la posibilidad de seguir desarrollándola en cualquier etapa de nuestra vida.

En situaciones de estrés y tensión, por ejemplo, podemos sentirnos bloqueados creativamente, por eso es importante procurarnos instantes para estar con nuestras emociones, darnos el permiso de identificarlas, sentirlas y progresivamente liberarlas. Estos momentos de catarsis nos ayudan a vaciar nuestra copa antes de que se desborde y reconectarnos con nuestro ser.

Existen muchas maneras para lograr lo anteriormente sugerido. Te contaré y sugeriré cómo hacerlo a través de la música. Sin importar cuál es nuestra realidad hoy, la música puede ayudarnos a ejercitar nuestra creatividad a través de la escucha activa, la improvisación y el juego, además de brindar un canal de comunicación a esas emociones que a veces no logramos identificar y expresar a través de la palabra.

Todos somos seres musicales, es un don que poseemos por naturaleza. Es por eso que, sin importar si jamás has ejecutado un instrumento musical o te dedicas a hacerlo de manera profesional, todos podemos disfrutar las bondades de la música y reconectarnos con nuestro “yo creativo” a través de ella.

A continuación, te propondré algunas actividades musicales que puedes realizar solo/a acompañado/a, utilizando los recursos que encuentres en casa:

ESCUCHA ACTIVA
Seguramente tienes una “Play List” de tus canciones favoritas que has escuchado miles de veces, pero ahora lo haremos nuevamente desde una perspectiva totalmente diferente. Te invito a escoger una canción y vas a imaginar que es la primera vez que la escuchas, ignorando completamente lo obvio y buscando los detalles más pequeños que encuentres. Te explico con un ejemplo: si tu parte favorita de la canción es la melodía que hace el cantante con la voz, la vas a ignorar y centrar tu atención en algún instrumento que tal vez no hayas notado antes. La idea es que puedas conseguir elementos nuevos, de los cuales no te hayas percatado antes.

Para el siguiente nivel de este ejercicio, vas a tomar otra canción, esta vez una que no sea de tu genero favorito, es más, si es completamente desconocida muchísimo mejor. Apóyate con familiares o amigos que puedan hacerte sugerencias. Te invito a escuchar el ejercicio sin colocarle etiquetas a la canción. Es decir, evitemos juicios como “me gusta”, “no me gusta”. Simplemente permítete ser un espectador del momento, lo que importa es procurar la mayor atención posible.
Este ejercicio es un entrenamiento para que progresivamente, llevemos esa escucha activa a nuestras conversaciones diarias con familiares y amigos.

¡AHORA SI! CANTO EN LA DUCHA
El primer recurso que el ser humano utilizó como instrumento musical fue la voz. La usaba para desahogar sus penas o celebrar con su tribu, para realizar ritos religiosos y para acompañar su jornada de trabajo, entre otras. No buscaba un resultado intelectual o artístico, simplemente la utilizaba como un medio de expresión.

La voz nos brinda unas posibilidades terapéuticas interesantes, a través de ella podemos conectarnos con lo más profundo de nosotros/as mismos/as. Tal vez ahora mismo estás pensando “Yo no canto ni en la ducha” una frase más común de lo que crees; más lo cierto es, que esto no importa en lo más mínimo, no es un concurso de canto donde evaluaremos afinación, simplemente es un ejercicio para reconocer nuestra voz interna y abrazarla.

Te invito a explorar los diferentes sonidos que puedes hacer con la boca cerrada, se generarán unas vibraciones que podrían hacerte cosquillas. Intenta realizar sonidos agudos y graves, llevar las vibraciones del pecho a la cabeza y viceversa. Lo más importante es que te des el permiso de disfrutar y divertirte.

Progresivamente pasaremos al siguiente nivel. Ahora tararea una melodía, puedes comenzar con alguna conocida mientras te atreves a inventar las tuyas. Cuando te sientas en confianza, intenta cantarla usando solo las vocales (a, e, i, o, u). Procura escucharte en todo momento (pon en práctica el ejercicio anterior), después de realizar esto por un rato, atrévete a agregarle la letra de la canción. Lo más importante es que el resultado final lo cantes en la ducha (jajaja).

MÚSICA CON MI CUERPO
Luego de la voz, tenemos un instrumento musical que nos acompaña en todo momento: nuestro cuerpo. Él nos brinda inmensas posibilidades sonoras. ¿No me crees? Te lo voy a demostrar: ¿Qué crees que pasa cuando aplaudes?, ¿Qué sucede cuando chasqueas los dedos? ¡Exacto! Se generan sonidos que podemos convertir en ritmos, pudiendo realizar infinitas combinaciones.
Prueba diferentes partes de tu cuerpo, chasquidos, palmadas, golpecitos en el pecho, en las piernas, pisadas, usa tu creatividad para hacer combinaciones. Puedes probar también con sonidos fuertes y suaves, observa cómo cambia el sonido según la intensidad. Este es un momento de exploración total, ejercicio que puedes realizarlo a solas o en compañía (en grupo puede ser muy divertido).

Si realizas en compañía el ejercicio anterior propuesto, la idea es no utilizar ningún comando, ni dar ninguna instrucción. Cada persona es totalmente libre de realizar los ritmos que desee, en la forma que lo desee. En un siguiente nivel, puedes combinar el segundo ejercicio con éste. Realizar improvisaciones tanto melódicas como rítmicas, hace que todo el cuerpo esté en sintonía; además, entrena a tu cerebro para reproducir las ideas que aparecen en tu cabeza.

¡IMPORTANTE!
Recuerda que la creatividad nos permite conectar cosas que normalmente no estaban conectadas. La finalidad de los ejercicios es permitirnos reencontrarnos con nuestro lado creativo, dándonos permiso de jugar como niños/as, explorar nuestras posibilidades sonoras y deslastrarnos de los juicios internos. Con la práctica constante verás cómo ganamos flexibilidad y confianza para reproducir lo que tenemos en nuestra mente, bien sea para solucionar un problema o simplemente divertirnos.
Si con la práctica de estos ejercicios sientes que abriste un proceso emocional que tal vez no sabes manejar o simplemente quieres conversar, cuenta conmigo. En esta cuarentena se ha generado un distanciamiento físico, más no social. Ahora estamos incluso más conectados y comunicados que nunca.

Acerca de la autora:
Narumy Aranda

Narumy Aranda

Educadora Musical, Musicoterapeuta y Especialista en Estimulación Infantil Temprana.

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