Estigmatización del peso

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Si bien la estigmatización es un concepto reciente nos ha ayudado a abrir paso a diferentes contextos que quedaban en las litorales de las investigaciones sociales sobre el rechazo y la discriminación y que a su vez, con el paso del tiempo, han ido alcanzando a otras áreas como el caso de la psicología.

Para este punto del 2022 hemos hecho grandes logros acerca de la disminución de la estigmatización de diversas identidades como las referentes al racismo y la homofobia, pero cabe destacar que en algunas otras parece no tener el mismo efecto,  tal es el caso del estigma de peso (Charlesworth y Banaji, 2019).

El estigma de peso hace referencia a aquellas actitudes y creencias en las que se degrada a una persona basándose en su peso corporal (Puhl y Heuer, 2009), esto genera que existan estereotipos, los que a su vez se van a vincular en la producción de prejuicios, rechazo social, tratamiento injusto y discriminación abierta (Brownell et al., 2005; Pont et al., 2017) donde las personas con peso mayor son las que lo padecen.

Desde pequeños y pequeñas aprendemos a comunicar y traducir estos estereotipos corporales debido a que una de las principales fuentes de estigma es la familia, afectando la autoestima por la forma del cuerpo (Bermúdez y Hernández, 2012). Esto nos lleva a pensar en cómo es que la familia puede contribuir a esta situación, de acuerdo a un estudio realizado por Samantha E. Lawrence  et al. (2022), se identificaron 11 tipos de comunicación estigmatizada por el peso y conductas promulgadas por los miembros de la familia (comentarios críticos sobre el peso, burlas, comentarios y conductas referente a dieta,  vergüenza sobre el peso, consejos para bajar de peso no solicitados, comentarios pasivo-agresivos referentes al peso, entre otros). Otro factor importante que incide en la comunicación del estigma de peso fue la pandemia por COVID-19, a pesar de que el estigma de peso percibido (cara a cara) se redujo (Berrense-Dias et al., 2016; Cheng et al., 2018), potencialmente se ha visto a las redes sociales como una fuente de estigmatización (Chou et al., 2014; Jeon et al., 2018), debido a que ayudaron a difundir y sostener la delgadez como ideal, derivado así diversos repertorios conductuales que contribuía al sesgo de peso y a crear una imagen corporal negativa (Boeppel et al., 2019; Chou et al., 2014; Lydecker et al., 2016; Wick y Harriger, 2018) principalmente en las personas con peso mayor.

Al enfocarnos en la adolescencia, es una etapa de desarrollo muy susceptible e importante, tanto físico como psicológico, y es un punto crítico en el desarrollo positivo de la imagen corporal (Voelker et al., 2015), llegando a ser un pasaje muy caótico cuando se quiere hablar sobre el peso entre padres y madre con hijos e hijas, debido a la carga emocional que puede tener para los y las adolescentes (Hirschfeld-Dicker et al., 2019: Puhl et al., 2017). Las conversaciones sobre el peso en las familias  son más frecuentes de lo que creemos y tienen variados efectos negativos como: insatisfacción corporal, conductas de manejo de peso no saludable,  alto IMC y vergüenza (Yourell et al., 2021), que poseen un gran alcance temporal debido a que traspasan hasta la edad adulta (Berge et a., 2019; Lessard et al., 2021; Berge et al., 2018; Eisenberg et al., 2011).  

Los estudios han demostrado que la comunicación centrada en la salud tiene mayores beneficios que una centrada en el peso, ya que ayuda a crear conductas saludables, resultados positivos y es mucho menos dañina (no genera distrés psicológico e incomodidad) que una que hace referencia al peso corporal de los y las adolescentes (Berge et al., 2020; Yourell et al., 2021). 

Es importante cuestionarnos sanamente como profesionistas, padres, madres, educadores y educadoras, creadores y creadoras de contenido en las formas en las que expresamos las identidades de nuestras infancias y juventud y así poder crear comunidades de apoyo en donde el estigma de peso sea reducido y evitado, permitiendo existir en las diversas formas que somos, respetando y colaborando a tener una salud mental y desarrollo íntegro consciente.  

Referencias:

Puhl, R.M., Heuer, C.A. (2009). The stigma of obesity: a review and update. Obesity, 17(5):941964. https://doi.org/10.1038/oby.2008.636

Puhl, R.M., Moss-Racusin, C.A., Schwartz, M.B., Brownell, K.D. (2008).  Weight stigmatization and bias reduction: perspectives of overweight and obese adults. Health Educ Res, 23(2):347–358

Voelker, D.K., Reel, J.J., Greenleaf, C. (2015).  Weight status and body image perceptions in adolescents: Current perspectives. Adolesc. Health Med. Ther., 6, 149. https://doi.org/10.2147/AHMT.S6834 4. 

Hirschfeld-Dicker, L., Samuel, R.D., Tiram Vakrat, E., Dubnov-Raz, G. (2019). Preferred weight-related terminology by parents of children with obesity. Acta Paediatr, 108, 712–717. https://doi.org/10.1111/apa.14538.

Puhl, R.M., Himmelstein, M.S.,  Armstrong, S.C., Kingsford, E. (2017). Adolescent preferences and reactions to language about body weight. Int. J. Obes, 41, 1062–1065. https://doi.org/10.1038/ijo.2017.55.

Yourell, J.L., Doty, J.L., Beauplan, Y., Cardel, M.I. (2021). Weight-talk between parents and adolescents: A systematic review of relationships with health-related and psychosocial outcomes. Adol. Res. Rev, 6, 409–424. https://doi.org/10.1007/s40894-021-00149-2.

Berge, J.M., Christoph, M.J., Winkler, M.R., Miller, L., Eisenberg, M.E., Neumark-Sztainer, D. (2019). Cumulative encouragement to diet from adolescence to adulthood: Longitudinal associations with health, psychosocial well-being, and romantic relationships. J. Adol. Health, 65, 690–697. https://doi.org/10.1016/j.jadohealth.2019.06.002.

Berge, J.M., Trofholz, A., Danner, C., Brandenburg, D., Pusalavidyasagar, S., Loth, K. (2020). Weight- and health-focused conversations in racially/ethnically diverse households with and without a child with overweight/obesity. Stigma Health. https://doi.org/10.1037/sah0000268..

Barrense-Dias, Y., Berchtold, A., Akre, C., Surís, J-C. (2016). The relation between internet use and overweight among adolescents: a longitudinal study in Switzerland. Int J Obes, 40:45–50. doi: 10.1038/ijo.2015.146

Cheng, M.Y., Wang, S-M., Lam, Y.Y., Luk, H.T., Man, Y.C., Lin, C-Y. (2018). The relationships between weight bias, perceived weight stigma, eating behavior, and psychological distress among undergraduate students in Hong Kong. J Nerv Ment Dis, 206:705–10. doi: 10.1097/NMD.0000000000000869

Chou, W.S., Prestin, A., Kunath, S. (2014). Obesity in social media: a mixed methods analysis. Transl Behav Med, 4:314–23. doi: 10.1007/s13142-014-0256-1

Jeon, Y.A., Hale, B., Knackmuhs, E., Mackert, M. (2018). Weight stigma goes viral on the internet: systematic assessment of youtube comments attacking overweight men and women. Interact J Med Res, 7:e6. doi: 10.2196/ijmr.9182

Boepple, L., Ata, R.N., Rum, R., Thompson, J.K. (2016). Strong is the new skinny: a content analysis of fitspiration websites. Body Image, 17:132–5.

Chou, W.S., Prestin, A., Kunath, S. (2014). Obesity in social media: a mixed methods analysis. Transl Behav Med, 4(3):314–23.

Lydecker, J.A., Cotter, E.W., Palmberg, A.A, Simpson, C., Kwitowski, M., White, K., Mazzeo S. E. (2016). Does this Tweet make me look fat? A content analysis of weight stigma on Twitter. Eat Weight Disord. doi: 10.1007/s40519-016-0272-x.

Wick, M.R. y Harriger, J.A. (2018). A content analysis of thinspiration images and text posts on Tumblr. Body Image, 24:13–6.

Lawrence, S.E., Puhl, R.M., Schwartz, M.B., Watson, R.J., Foster, G.D. (2022). “The most hurtful thing I’ve ever experienced”: A qualitative examination of the nature of experiences of weight stigma by family members. SSM – Qualitative Research in Health, 2667-3215.

Acerca del autor:
Christopher Galindo

Christopher Galindo

Estudiante de los Diplomados en Evaluaciones Psicológicas para el Diagnóstico Infanto Juvenil y Psicología Clínica Infanto Juvenil de IPSIARTE Formación.
Tesista enfocado al estigma de peso en adolescentes y prestando servicio en educación básica.

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