Nuestro cerebro y las artes

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Son muchos los beneficios que proveen las actividades artísticas en el desarrollo psico-emocional. Es muy bien sabido que el arte, ayuda a la expresión y comunicación de emociones, por ende es muy útil para promover la socialización.

El arte, en todas sus manifestaciones, es una característica esencial con la que el ser humano se ha identificado durante miles de años. Por medio de ésta se puede transmitir la cultura en todas sus expansiones y forma parte de un nivel básico para la supervivencia humana (Guillén, 2015).

Ahora, te habías preguntado ¿cuáles son los beneficios que trae el arte para el cerebro humano?
Bueno, sin duda, el principal beneficio es la neuroplasticidad cerebral. Por lo tanto, las actividades artísticas se convierten en una necesidad, no porque nos hagan más inteligentes, sino porque nos permiten adquirir y desarrollar una serie de capacidades mentales, habilidades y rutinas que están totalmente sincronizadas con la naturaleza socioemocional humana.

Es por ello, que resulta necesario resaltar, que cada actividad artística estimula una región específica del cerebro. Por ejemplo, la música se procesa en la corteza auditiva en la cual está el lóbulo temporal, contribuyendo a la formación del lenguaje y el reconocimiento visual.
En este sentido, las artes que conllevan movimiento como el baile o el teatro activan la corteza motora. Siendo ésta la encargada de enviar el mensaje de movimiento voluntario a todos los músculos del cuerpo, generando así el movimiento.

Por su parte, las artes visuales como la pintura se procesan principalmente en los lóbulos occipital y temporal. Trayendo como beneficios la estimulación de la creatividad, la imaginación y finalmente, contribuye de manera significativa en la mejora de la toma de decisiones.

Mientras que en el caso de la poesía o la prosa implican a las áreas de Broca y Wernicke relacionadas con el desarrollo lingüístico, ayudando a mejorar el procesamiento de las letras en palabras y de las palabras en pensamientos (Posner et al., 2008).

Podemos decir entonces, que el Arte estimula la memoria, las emociones, la creatividad, el lenguaje, el pensamiento, la motrocidad, la socialización, entre otros.

El arte enseña que los problemas reales suelen tener más de una solución posible, que es necesario analizar las tareas desde diferentes perspectivas, que la imaginación es una poderosa guía en los procesos de resolución o que no siempre existen reglas definidas cuando se tienen que tomar decisiones (Eisner, 2004).

MÚSICA

¨La música nos produce bienestar porque estimula nuestro sistema de recompensa cerebral que libera dopamina y eso nos hace sentir bien” (Mora, 2013).

Algunas investigaciones coinciden en que escuchar música trae muchos beneficios emocionales, sin embargo para obtener beneficios cognitivos, es mejor practicarla. “Así, por ejemplo, la activación simultánea de áreas sensoriales y motoras al tocar un instrumento musical conlleva la mejora de capacidades generales como la memoria de trabajo o la atención” (Mora, 2013).

ARTES VISUALES

¨El cerebro humano ha desarrollado una extraordinaria capacidad para crear imágenes mentales internas e incluso, se ha demostrado en estudios con neuroimágenes que se activan las mismas regiones cerebrales al ver una escena real que al imaginarla (Thompson et al., 2009).

Y es que justamente, nuestro cerebro tiene capacidades infinitas de las cuales muchas veces no somos conscientes. La imaginación es un recurso humano que solemos cultivarlo solo en la infancia, cuando somos adultos pensamos que eso es cosa de niños o niñas.

Pero resulta que nuestra imaginación nos acompaña siempre, la estimulemos o no, a cuantos no nos ha pasado que frente a una situación que nos causó desagrado (una conversación, una discusión que no tuvo nada que ver con nosotros) al transcurrir un tiempo del episodio, solemos imaginarnos todos los escenarios posibles, se nos ocurren cosas que decir, cómo actuar, en fin, la imaginación actúa sin que sea de manera intencional o voluntaria.

ARTES ESCÉNICAS

¨La danza es una estupenda forma de desarrollar tres aspectos del pensamiento creativo: la fluidez, la originalidad y la capacidad de abstracción (Bradley, 2002).

Por otra parte, hoy sabemos que los mismos circuitos neurales que se activan al realizar una acción también lo hacen al observar a otra persona haciéndola. Estas neuronas espejo posibilitan la imitación, una poderosa forma de aprendizaje.

Por otro lado, ahora sabemos que los mismos circuitos neuronales que se activan durante la ejecución de una acción también se estimulan al observar a otra persona que lo hace. Estas neuronas se llaman espejo y permiten la imitación, un tipo muy poderoso de aprendizaje.

La práctica de cada una de las expresiones artísticas está vinculada a un elemento emocional que nos motiva y nos permite mirar el mundo que nos rodea desde un punto de vista diferente, más estético y más profundo.

El cerebro humano, que es un órgano complejo en continua reestructuración, agradece los retos y necesita el arte.

Acerca de la autora:
María Natalia Ruíz

María Natalia Ruíz

Psicóloga, Magíster en Desarrollo Integral de la Mujer y Especialista en Mindfulness

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